Telegrama
Ayer me llegó una cartita por correo.
Me emocioné un poquito porque viste que ahora no se usa mucho eso.
Con los ojos cerrados la olí para ver si tenía tu olor.
Sentí una fragancia a burocracia y cuando abrí los ojos vi un telegrama.
En realidad no abrí mis ojos, solamente contraje los párpados.
Es una metáfora, meentendés?
Si abrís los ojos se desinflan y chau ojos.
Otras veces, si abrís los ojos, te asustás un poquito. Venís tranqui panqui viendo “esto” y pum! Ahora te cambiaron el juego y no entendés nada. Es parecido a lo que pasa en las clases difíciles. Si recién empezás a prestar atención a la mitad de la clase, ya te perdiste bocha de cosas y sos el gil que no caza una. Ahora, si empezás a prestar atención desde que arranca a hablar boludeces el profe, ahí el resultado es otro.
Con la vida es más o menos eso, mientras más rápido le prestes atención a las cosas, mejor.
Si te ponés a analizar rebuscadamente las cosas (como siempre), escribir es algo así como mandarte una cartita al vos del futuro. Lo único que cambia es que es sorpresa. Un día vas a encontrar un textito y, cuando lo estés leyendo, vas a decir “uh pará boludo esto lo escribí yo”. Es un regalito diferido. Como los cheques, pero no tenés que hacer cola con gente que no querés conocer.
Bueno, volviendo a la cartita. Era un telegrama. Telegrama suena a cosas importantes. Tal vez a otro le produzca algo feo porque también hay telegramas de despido. También hay telegramas de renuncia, y capaz a vos te suena a libertad porque tuviste que llenar uno si alguna vez te fuiste de un lugar que odiabas.
Yo una vez mandé un telegrama de renuncia. Bah, dos veces en realidad. Uno cuando tuve que dejar el laburo por cuestiones de tiempo. El otro también fue de renuncia pero me lo mandé a mí mismo. Decía algo así:
“Si no vamos a hacer las cosas bien, entonces no las hagamos”
Y bueno, me asusté un poquito con eso y tuve que ponerme las pilas. Alguno del fondo seguro está preguntando ¿Qué es hacer las cosas bien? Eso corre por cada uno, wacho. Mucha gente se queja de cosas que sí puede cambiar. ¿Qué paja, no? Si la vida es bastante difícil como para que te hagas el capo subiéndole la dificultad. Hacer las cosas bien es hacer las cosas que sabés que tenés que hacer, y no hacerte el pelotudo.
Se podría decir que es una mezcla entre hacer y no hacer. Hacer las cosas que mañana van a hacer tu vida un poquitito más fácil. Y no hacer las cosas estúpidas que mañana (o ya mismo) van a hacer tu vida todavía más difícil.
Pretty simple, right? Fuck no. Pero bueno, se hace lo que se puede. Con lo que se tiene.